Si a las proyecciones de urbanización que prevén un aumento de 2 mil millones de personas viviendo en las ciudades para 2050, les sumamos el aumento exponencial del e-commerce y las demandas de distribución/entregas de productos por medio de unidades de última milla, estaremos en graves problemas de movilidad y de contaminación. Ya hemos hablado de estos problemas previamente, pero ahora debemos enfocarlos como un problema latente para la logística empresarial. Por ello, uno de los grandes retos de la industria de transporte es volverse más sustentable y contribuir en la disminución de la huella de carbono. Dentro del contexto internacional, repensemos las estrategias teniendo en cuenta los Acuerdos de Paris y cómo la energía y la movilidad deben ser un pilar para la adaptación, tanto económica como demográfica, a lo que se suma que, para 2030, México se comprometió con acciones muy particulares:
- Reducir emisiones de su sector industrial generando el 43% de energía limpia
- Reducir en 22% la emisión de gases de efecto invernadero
- Reducir en 51% las emisiones de carbono negro
Para ello, es necesario que la industria aumente el volumen de sus flotillas sustentables y, en este caso específico, hablaremos de las unidades eléctricas.