Gestionar tus operaciones mediante IoT permite monitorear de manera precisa diversas categorías de tus vehículos; para ello, la lectura de la data es esencial al momento de controlar esta gestión. La data se recolecta desde diversos sensores instalados en diversas zonas del automóvil y puede leer:
a) Motor (data)
Se convierte en un aliado del administrador para conocer el status de las autopartes de la unidad, su funcionalidad o si necesitará mantenimiento pronto; es una revisión superficial de las unidades.
b) Combustible (data)
Es importante identificar los niveles de uso del combustible para identificar la media de consumo y qué tanto debe surtirse.
c) Geolocalización (data)
Permite identificar los puntos más relevantes del trayecto del vehículo para optimizar y mejorar el funcionamiento de las operaciones de distribución.
d) Comportamiento del conductor (data)
Es importante identificar los malos usos de la unidad por parte del conductor que puedan ocasionar daños en las partes más importantes del vehículo. Se deben monitorear los excesos de velocidad, frenos bruscos, giros abruptos, etc. En un futuro, se prevé incluso la lectura física del conductor durante el viaje: somnolencia al volante, aceleración del corazón, nivel de azúcar, entre otras medidas, para conocer el status físico del conductor y prevenir catástrofes (evitar gastos de seguros, seguros de accidentes, reparación por daños de la unidad, etc).
e) Auxiliar (data[ii])
Refiere a toda la información necesaria que complementa la unidad, como el caso de las unidades de refrigeración, cajas eléctricas para la descarga, instrumentos de integración, etc. La idea es obtener lo más que se pueda de información para el mantenimiento y uso de la unidad. De manera muy genérica, puede ofrecer el tipo de data para rastrear los cambios urgentes que necesita la flota para mejorar el desempeño de las unidades.