Inclusión en movimiento: mujeres en la industria del transporte.

En septiembre del 2022, se registraron 2,703 mujeres en el padrón de conductores del servicio de autotransporte federal y privado.

En septiembre de 2022, el padrón de conductores del servicio de autotransporte federal y privado reveló la presencia de 500,463 hombres, mientras que solo había 2,703 mujeres. Esto significa que el 99.5% de los conductores son hombres y solo el 0.5% mujeres.

 

¿Conoces las principales barreras de la inclusión de la mujer en las compañías de transporte?

Uno de los principales obstáculos es la inseguridad. El robo de mercancías es una de las amenazas constantes para quienes se dedican al transporte de carga.

Este delito afecta al sector económico, logístico y comercial, tanto hombre como mujeres resultan perjudicados;  sin embargo, los delitos al transporte de carga, generan un mayor temor en ellas debido a que pueden llegar a ser víctimas de violencia sexual o incluso secuestro.

Además de la inseguridad vial de las rutas de comunicación en nuestro país, persiste otro problema grave que afrontan los transportistas todos los días, y que repercute en la disminución de la participación de la mujer en la industria de transporte: los accidentes viales.

Ahora bien, ¿por qué hablamos de la inseguridad vial y los accidentes como enfoques principales en las limitaciones de la inclusión de la mujer en el sector? La respuesta es simple: brindar un entorno seguro y equitativo para todas las personas, sin importar su género, es indispensable.

Al garantizar la seguridad en las carreteras y minimizar los riesgos asociados a la conducción, así como la adopción de diversas alternativas tecnológicas para mitigar los robos, se eliminan barreras y estereotipos que podrían limitar la participación de la mujer en esta industria.

Como ejemplo, la incorporación de la video telemática a las flotas, mediante el uso de las dashcams, permite monitorear y registrar en tiempo real el comportamiento de los conductores, corrigiendo y propiciando una cultura de manejo óptima para evitar accidentes viales.

La inclusión de la mujer en la industria de transporte es un reto, pero también una oportunidad. Una oportunidad para transformar el transporte en un sector más humano, más seguro, más eficiente y más sostenible.

 

Una oportunidad para construir un mundo mejor para todas y todos.