Llantas sanas, costos sanos

Uno de los puntos más importantes del mantenimiento preventivo de una flota es el cuidado y la atención al estado de las llantas. Cuando se encuentran en mejores condiciones, factores como el porcentaje de riesgo y los costos de operación y mantenimiento disminuirán; mientras que el rendimiento del combustible mejorará considerablemente. Esta revisión debe hacerse periódicamente para reducir el riesgo de accidentes, por lo que aquí te enlistamos algunas de las acciones más importantes y sus beneficios para tu flotilla.

  • Rotación
    Aproximadamente cada 10,000 km es necesario cambiar de eje las llantas, debido a que el desgaste no ocurre en la misma medida en todas ellas. Al cambiarlas de posición, es posible alargar la vida útil de los surcos o “dibujos” de las llantas, lo cual influye directamente en la estabilidad del frenado del vehículo.

  • Alineación, balanceo y calibración de ejes
    Esta revisión sirve para asegurarse de que tanto el eje de dirección como el de tracción se encuentren en buen estado. Con ciertos parámetros de rango de desviación permitidos para cada uno, es posible evitar desde percances pequeños hasta accidentes más severos que puedan poner en riesgo la seguridad de una o varias personas.

  • Regrabado
    Cuando los dibujos presenten entre 2 y 4 mm de profundidad, es posible regrabar el patrón para alargar la duración de la llanta. Esto solamente puede realizarse en neumáticos que no han pasado por un proceso de reencauchado; ya que, de lo contrario, la llanta presenta menos resistencia y no aportaría estabilidad al vehículo.

  • Torqueo
    Es el ajuste de cada llanta de manera individual con respecto al eje en el que se encuentra. La presión con la que esté ajustada generalmente influye en el rendimiento y la velocidad. Además, si alguna de ellas queda más floja puede elevar el riesgo de un accidente.

  • Reparación
    En todo tipo de flotilla, especialmente si las rutas son largas o suelen transitar terrenos poco regulares, es fundamental reparar las pequeñas imperfecciones, roturas y desgaste general de la llanta. Esto reduce las probabilidades de que una de ellas se ponche durante el camino, además de disminuir también el porcentaje de riesgo de accidentes.

La periodicidad con la que se realiza este tipo de mantenimiento dependerá del tipo de vehículo que conforma la flota, los kilómetros recorridos y la recomendación del especialista que suela realizarlas. Sin embargo, es recomendable mantenerse alerta en todo momento para detectar fallas o problemas de cada unidad relacionados con el desempeño de los neumáticos.

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